martes, 5 de junio de 2012

CIUDADES INTERMEDIAS

El cafe de las ciudades Marcelo Corti
Agenda 

Area metropolitana Santa Fe - Paraná



Santa Fe, capital de la provincia argentina que lleva su nombre, y Paraná, capital de Entre Ríos, son dos ciudades vecinas pero separadas por el poderoso río Paraná. Santa Fe es insular, rodeada de lagunas y ríos, vulnerable a la inundación; Paraná, asentada sobre la barranca, espera una revalorización del excepcional sistema de arroyos entre los que discurre su planta urbana. En términos de caracterización regional, hacia el norte de este par de ciudades comienza el Nordeste Argentino y hacia el sur, la Región Central; a su vez, del Paraná hacia el oeste se despliega la llanura pampeana y hacia el este las no menos fértiles cuchillas mesopotámicas. 
Ambas ciudades están vinculadas por el Túnel Subfluvial, inaugurado en 1969 y primera infraestructura conectora entre ambas márgenes del río. Las poblaciones de sus respectivas áreas metropolitanas sumaban unos 700.000 habitantes en 2001 (451.571 Santa Fe, 247.587 Paraná) y llegaron a más de 800.000 según datos provisorios de 2010. Como dato de referencia, la ciudad más importante de la región, Rosario, alcanzó 1.200.000 habitantes en 2010 (1.350.000 con su aglomeración metropolitana). Considerada como unidad metropolitana supra-provincial, Santa Fe - Paraná resulta una aglomeración urbana de población similar al Gran Mendoza (cuarta del país) y al par Resistencia - Corrientes.
La conformación metropolitana es un dato físico objetivo pero necesita, para significar algo, una voluntad política o al menos intelectual de considerar a las ciudades en su conjunto. En el caso de Santa Fe y Paraná, la conformación del Observatorio Urbanístico del Área Metropolitana Santa Fe-Paraná es una prueba de esa vocación en la instancia académica (Universidad Nacional del Litoral). En lo político, los intendentes de ambas ciudades acordaron recientemente conformar una agenda conjunta



Santa Fé


Precisamente, Agenda metropolitana Santa Fe - Paraná es el título del libro recientemente editado por la UNL y que reúne una compilación de textos a cargo de Mirta Soijet, Investigadora Responsable del Observatorio. Según Soijet, “ la agenda pretende ser un aporte a la gestión de políticas territoriales públicas en sistemas de ciudades donde las interacciones son de tal magnitud que bien puede hablarse de un área urbana integrada, con tendencia a funcionar como una unidad de desempeño”.


El capítulo introductorio de Josep Maria Llop Torne resulta especialmente instructivo sobre el carácter de “ciudades intermedias”. Para Llop, lo que define a una ciudad de esas características no es su dimensión (resulta significativo el giro lingüístico de “ciudad mediana” a “ciudad intermedia”) sino su rol de mediación con el territorio: “frente a las funciones de centralidad y singularidad de las grandes ciudades, las ciudades intermedias ofrecen otras, diversidad e intermediación, mucho más próximas a la realidad urbana integrada a sus territorios”. Superando la noción de Christaler de jerarquía de centros, estas ciudades adquieren sentido como nodos de articulación entre el territorio y el mundo globalizado.

El libro presenta una descripción muy completa del fenómeno metropolitano analizado. En el prólogo, Artemio Abba caracteriza a Santa Fe - Paraná como un sistema urbano interprovincial binuclear, en el que el alto grado de interjurisdiccionalidad y la fricción geográfica dificultan la gestión coordinada; “sin embargo”, sostiene, “a partir de los proyectos complementarios de interconexión vial y ferroviaria, el proceso asociativo se fue acelerando y resultó imprescindible incorporar el nivel metropolitano como una escala de conocimiento y gestión socioterritorial”.

En dos capítulos sucesivos, Mirta Soijet describe el marco geográfico, socio-demográfico y económico de ambas aglomeraciones, ensaya una delimitación del sistema, enumera antecedentes de planificación y aborda la cuestión de las infraestructuras de integración territorial, claves en cualquier conformación metropolitana y con especial importancia en este caso. Destaca en su análisis la necesidad de redefinir un nuevo sistema portuario, teniendo en cuenta la obsolescencia de los puertos existentes, la constitución de un mercado común por complementación de los ricos hinterlands productivos y la posibilidad de programar y proyectar grandes equipamientos compartidos por ambas aglomeraciones.




Paraná

Valeria Gramaglia y María Laura Visintini abordan luego el problema de la gestión de riesgos en el área, de especial importancia si se consideran los episodios de inundación ocurridos en la década pasada, en especial en Santa Fe. María Laura Bertuzzi y Mariana Melhem analizan y comparan los respectivos marcos normativos urbano-territoriales. Para ambas, “el desafío consiste en la definición de estrategias que las vuelvan más atractivas como espacios de inversiones, más equilibradas ambientalmente pero sobre todo más justas, amables y equitativas para con sus ciudadanos”.

Paola Bagnera, Sebastián Inglese, Raul Tonini y nuevamente Mariana Melhem abordan luego la cuestión de la vivienda social, desde las primeras experiencias en el marco de las acciones de las organizaciones católicas y la ley Cafferata a las experiencias de ciudad jardín del primer peronismo, los grandes conjuntos de la segunda mitad del siglo XX (entre los que destaca el legendario conjunto Centenario, de Baudizzone, Diaz, Erbin, Lestard, Varas) y los proyectos del Plan Federal. En sus conclusiones señalan como aspectos centrales (tanto para la evaluación de lo realizado como para el establecimiento de políticas a futuro) las cuestiones de la localización, la modalidad de crecimiento urbano y el abordaje del problema a partir de una lógica metropolitana.

Graciela Kosiak de Gesualdo y María Rosa Sanchez Rossi se ocupan, finalmente, del análisis de la conformación de mercado en un sistema potenciado y condicionado a la vez por la cercanía de otros aglomerados urbanos de gran importancia regional (Rafaela y la cuenca lechera del centro-oeste santafesino, Reconquista, el sistema de ciudades entrerriano y, sobre todo, la importancia de Rosario). Isabel Martínez de San Vicente concluye el libro con un análisis de los observatorios urbanísticos como herramientas para la gestión, destacando especialmente “el valor del monitoreo permanente y de la construcción de series cartográficas georeferenciadas para la comprensión de los procesos de construcción social del territorio”.
Variado en su abordaje temático, fundamentado en una sólida base teórica y amplio en la descripción del fenómeno metropolitano que constituye su objeto de estudio. la Agenda metropolitana Santa Fe - Paraná resulta bienvenida como aporte técnico a una necesaria redefinición de los mecanismos y lógicas de gestión de ese y otros sistemas metropolitanos argentinos.

Agenda Metropolitana Santa Fe-Paraná. Mirta Soijet (Compiladora). Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, 2011. 200 pgs. 25 x 17 cm. Precio $ 40. ISBN 978-987-657-644-4

De Artemio Abba, ver sus informes trimestrales sobre gobernabilidad metropolitana de Buenos Aires y su libro Metrópolis Argentinas, editado por café de las ciudades.

Sobre Santa Fe, ver también en café de las ciudades:
Número 40 | Cultura de las ciudades (II) El territorio como instrumento de la filosofía | La Grande, de Saer, entre la mirada y el conocimiento. | Marcelo Corti
Número 42 | Arquitectura de las ciudades Del espacio público a lo público en la ciudad escindida | Desplazamientos epistemológicos y conflictos arquitectónicos. | Julio Arroyo

Sobre ciudades intermedias:

Número 72 | Planes de las ciudades (I)
Planeamiento urbano de ciudades intermedias en la Argentina | Apuntes del encuentro en Goya, Corrientes | Marcelo Corti
Sobre sistemas de ciudades argentinas:
Número 66 | Planes y Política de las Ciudades (II) El Plan Estratégico Territorial y la construcción de la Argentina deseada | La búsqueda de consensos para el despliegue territorial de la inversión pública | Marcelo Corti
número 58 | Economía de las ciudades El "desorden" urbano, según FIEL | Los problemas locales de la calidad de vida y el crecimiento en las ciudades argentinas | Marcelo Corti |

QUITO


Es interesante echar un vistazo al artículo del Café de las Ciudades de hoy 5/6/2012

Quito en lo alto
La renovación de un centro histórico y popular I Por Marcelo Corti

 café de las ciudades 


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Editor y Director: Marcelo Corti. Diseño: Laura I. Corti Corresponsal en Córdoba: Carola Inés Posic
Corresponsal en Buenos Aires: Mario L. Tercco

En esta sección del café, los parroquianos nos cuentan en plan informal sus impresiones sobre las ciudades que han conocido. Los relatos están exentos de requisitos académicos y convenciones profesionales (pero no de sentido del humor y espíritu crítico).
A Fernando Carrión Mena y Jaime Fabián Erazo Espinosa, con el mayor agradecimiento.

Además de una aleccionadora agitación para los que venimos de las llanuras, la subida al Pichincha brinda una precisa imagen del mapa social quiteño. Distribuida la ciudad sobre el valle, sobresale el pequeño cerro conocido Panecillo de Azúcar. A nivel de las calles de la ciudad es una referencia topográfica y un mirador del centro histórico; desde lo alto resulta ser una especie de diafragma urbano que regula el pasaje entre el norte rico y el sur pobre. La segregación de las ciudades latinoamericanas queda en evidencia, así como las múltiples “virtudes” de la topografía, que en algún caso presenta los contrastes (Medellín, Caracas, Río de Janeiro) pero en Quito contribuye a ocultarlos piadosa (o discreta)mente.


De las remodelaciones de centros históricos latinoamericanos se ha dicho muchas veces que son excusa para su elitización, gentrificación, banalización, disneylandización y todas las “aciones” malignas que se puedan realizar sobre un sector de ciudad para joder la vida de sus residentes más pobres. Ignorante del caso quiteño, esperaba encontrar algo así, con profusión de hoteles boutique, personajes disfrazados de autóctonos promocionando restaurants “very tipical” y turistas en camisas hawaianas comprando capital simbólico. Me sorprende gratamente comprobar todo lo contrario: el centro es vital, popular, cotidiano. No quiero usar la palabra “auténtico”, una trampa de la lengua cuando se la usa para definir cuestiones urbanas, pero claramente estamos en un lugar que usan y definen sus lugareños.


En una calle que bordea una quebrada abundan los restaurantes y los bares. Imaginamos que La Ronda es el lugar de los turistas y, solo para comprobarlo y criticarlo, nos damos una vuelta por la noche. La expectativa era falsa: allí también predomina la población local, que se divierte entre canciones y tragos.


Un enorme edificio alberga a los comerciantes callejeros que fueron retirados de las calles para permitir la operación del centro histórico. Con algo de shopping-mall, algo del Gran Bazaar de Estambul y un poco de La Salada bonaerense, el mercado de los informales tiene todo lo necesario para andar por la vida, a precios ideales para bolsillos modestos. Se intuye que este edificio explica buena parte del éxito de la operación central.


“Dios no muere”, reza una inscripción en la recova del Palacio de Gobierno. Fue la última frase del presidente Gabriel García Moreno, asesinado allí en 1875 por militantes liberales. Las iglesias dominan el paisaje y hablan de una tradición clerical. Por las calles, los policías y los mismos paseantes nos advierten a los turistas más evidentes que más allá de tal esquina o pasando tal límite o subiendo determinada cuesta empiezan “las zonas peligrosas”. Dan ganas a veces de preguntarle al policía comedido por qué no va entonces a apostarse en esa zona que parece necesitar sus oficios más que la que está cuidando, pero es más sencillo agradecer el dato y restringirse a “lo seguro”.


La ciudad como un relato visual para el caminante. La recorrida por el Centro Histórico parece un viaje 3D por el “Townscape” de Gordon Cullen: todos los recursos de obturación, descubrimiento, secuencia, sorpresa, distanciamiento, proximidad, cambio de escalas, sensaciones táctiles, “peligros” amables, foco, contraste, etc., etc., etc. Entre las calles estrechas, el BRT se acomoda con esfuerzo e ingenio, y en el volvemos a nuestro hotel después de reponer fuerzas con un poderoso exprimido de las mejores frutas de “la mitad del mundo”.
El centro de las finanzas y las clases adineradas parece haberse desplazado hacia el norte, hacia La Mariscal, La Carolina y más allá. Pero el Centro Histórico de Quito continúa siendo el corazón popular de la ciudad, el concentrador de los atributos materiales y simbólicos que definen el carácter de un centro. La operación renovadora, al menos en el ligero análisis de un caminante ocasional, puede en ese sentido ser considerada exitosa en términos urbanos tanto como sociales.
MC
Sobre el Centro Histórico de Quito, ver los siguientes documentos:
La renovación urbana en Quito, de Fernando Carrión Mena, sobre el cual se asentó todo el proceso renovador de la ciudad;
El Plan Maestro para las Áreas Históricas de Quito, en particular el Diagnóstico del Centro Histórico y Planes Parciales de Áreas Históricas.
Damero, libro de 2007 de Alfonso Ortíz Crespo, apoyado por el Fondo de Salvamento (FONSAL) del Distrito Metropolitano de Quito; compila “el encanto de los planos de Quito”, desde su fundación hasta la actualidad.
Ver también el premio otorgado en 2009 al Centro Histórico de Quito como Buena Práctica Urbana Histórica en el Concurso ByMPUs 2009 de café de las ciudades.
Sobre centros históricos latinoamericanos, ver también en café de las ciudades:
Número 105 | Cultura de las ciudades Veracruz, del centro histórico a la dispersión | Fragmentos de Ciudad para Armar (IV) | María Berns
Número 93 | Planes y Proyectos de las ciudades (I) El Centro Histórico de México hoy | Un espacio democrático de diversidad cultural, identidad e innovación | Inti Muñoz Santini
Número 26 | Proyectos de las ciudades (I) Programa Area Central de la Ciudad de Buenos Aires | El desafío de reinventar el Centro. | Rafael Serrano y Sara Ciocca